Dentro de la composición de nuestra Clínica Southlake, camina una variedad de profesionales de la salud. Por supuesto, hay médicos, enfermeras, asistentes médicos, programadores de procedimientos, etc. Entre el grupo camina un técnico de rayos x. Es informal, educado y, como muchos de los miembros de nuestro personal, amable y afectuoso. Incluso se podría decir que encaja en el molde típico de la atención médica. Pero lo que muchos de sus compañeros a su alrededor quizás no sepan es que, fuera de los muros del Spine Team Texas, Edwin Figueroa, o deberíamos decir, "El Feroz", sabe cómo patear en un entorno completamente diferente: el mundo de UFC MMA. lucha.
La historia de lucha de Edwin se remonta a cuando tenía seis años. Su padre comenzó a entrenarlo de vez en cuando en las primeras horas de su infancia antes de pasarlo al entrenamiento competitivo cuando cumplió 12 años. A medida que Edwin creció, comenzó a entrenar en múltiples disciplinas, ganando campeonatos importantes como el Campeonato de Boxeo Guantes de Oro, Campeonato de Kickboxing del Estado de Texas, Campeonato de Grappling de Sumisión del Estado de Texas y Campeonato de MMA Pro International Belt.
Volviéndose profesional
En 2007, Edwin se convirtió en luchador profesional de artes marciales mixtas, cambiando el panorama de lo que sería su vida adolescente. Los preparativos para las peleas consistieron en largas horas de entrenamiento, extenuantes cortes de peso y la innegable batalla mental de dureza. No fue hasta una pelea en particular en 2010 que Edwin llamó la atención de la organización de UFC. Edwin se enfrentó al número 1 en Texas, Johnny Bedford, con quien lucharía para ver quién ganaría el título.
En ese momento, Johnny entró con más de 30 peleas en su currículum, mientras que Edwin solo tuvo solo seis peleas, apenas superando la segunda ronda para todas ellas. Los medios y la prensa inundaron la arena, listos para ver a Johnny agregar otro logro a su estante de trofeos, sin embargo, El Feroz, o deberíamos decir, "The Fierce", lo derrotó en la segunda ronda y se llevó a casa el título. Como uno podría imaginar, esta fue la pelea favorita de Edwin ya que fue un punto de inflexión en su carrera de MMA.
El UFC lo firmó inmediatamente después de la pelea, y la trayectoria de la carrera de lucha de Edwin despegó a partir de ahí. Edwin viajó por todo el mundo y ganó premios, incluido el premio y la bonificación "Fight of the Night" de UFC. Antes de colgar los guantes en 2016, Edwin también se llevó a casa los títulos de ser el número 1 en Texas y el número 13 del mundo.
Le preguntamos a Edwin:
Entonces, ¿cómo pasas de luchar contra extraños de todo el mundo para ganarte la vida a trabajar en una sala de imágenes para un centro de atención de la columna en Texas? “Siempre me ha gustado ayudar a la gente. Mi fe es importante para mí, por lo que se siente bien servir a los demás, especialmente a aquellos que están en necesidad o están sufriendo”, explicó Edwin. Cuando nos sentamos con Edwin, también describió que todavía usa muchas de sus habilidades de lucha en su nueva carrera. Señaló que la resiliencia, la paciencia y la capacidad de adaptarse al cambio fueron algunos de los puntos clave que aprendió de sus años en la arena y que la camaradería era lo que más amaba de trabajar en Spine Team Texas.
Además, Edwin señaló que aporta una perspectiva única a las lesiones que se ven en las radiografías. En todos sus años de lucha, ha sufrido y se ha recuperado de varias lesiones y ha sido testigo de innumerables otras. Sin embargo, Edwin compartió sorprendentemente que "uno esperaría que algunos de nuestros pacientes se lesionaran por algún deporte extremo, pero son solo las actividades diarias las que pueden provocar lesiones graves". Esta información lo inspira a ser más cuidadoso con la salud de su propia columna.
Una de las preguntas finales que le hicimos a Edwin fue qué le sorprendería a la gente saber sobre él. Para nuestro asombro, su respuesta no tuvo nada que ver con sus años de lucha o los muchos logros que ganó durante ese tiempo. Es simple y humilde. “Me gustan los autos clásicos. Tengo un Camaro 1968”.
