Esta cirugía extrae hueso y/o porciones de un disco herniado o enfermo para aliviar el dolor de cuello y brazo que se irradia causado por partes del disco que presionan las raíces nerviosas.
A través de una pequeña incisión, se inserta un alambre guía para ubicar el nivel del disco afectado. El cirujano usa un tipo especial de máquina de rayos X llamada fluoroscopio para asegurarse de que la ruta hacia el disco herniado se realice en la ubicación correcta.
Se pasa una serie de tubos de dilatación sobre el cable guía, separando el tejido y creando una abertura para las vértebras. A continuación, se retira el cable guía.
El retractor tubular, a través del cual se realizará la cirugía, se desliza sobre los tubos de dilatación. Se coloca en la superficie del hueso. Luego se retiran todos los tubos de dilatación.
Se coloca una luz quirúrgica y una pequeña cámara o microscopio a través del tubo para permitir que el cirujano vea el disco. El cirujano usa instrumentos quirúrgicos para limpiar el hueso y el tejido blando, accediendo al canal espinal.
Se puede usar un taladro para limpiar el hueso, exponiendo la raíz nerviosa pellizcada y el disco herniado debajo.
Se pasa un pequeño instrumento a través del tubo retractor y se utiliza para comprobar la libertad del nervio.
El cirujano extrae la porción herniada del disco y limpia el área, creando espacio para que el nervio regrese a su posición normal.
Se retira el retractor tubular, lo que permite que el tejido se cierre. La herida superficial se cubre con un pequeño vendaje.
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